
La Asociación Neurodiversos C-LM, con sede en Valdepeñas, elaboró el sábado una obra colectiva en un Taller de Arteterapia celebrado en la sede de la Universidad Popular
El taller celebrado en Valdepeñas se llenó
Neurodiversos C-LM elabora una obra colectiva en su Taller de Arteterapia
La obra estará expuesta en la Biblioteca para informar de la asociación y concienciar sobre la neurodiversidad
Maite Guerrero
La Asociación Neurodiversos C-LM, con sede en Valdepeñas, elaboró el sábado una obra colectiva en un Taller de Arteterapia celebrado en la sede de la Universidad Popular.
Esta fue la primera actividad del año de esta asociación integrada por personas con necesidades especiales (autistas, TDAH, Síndrome de Down, personas con altas capacidades, altas sensibilidades, discapacidad física o sensorial…), familiares, amigos y personas que apuestan por la inclusión, y se llenó al completo con 18 niños acompañados de sus familiares.
La iniciativa, con el título “El color de las emociones” y gratuita para socios, fue impartida por Sofía Cabrera, artista plástica y arte terapeuta, y Begoña Sánchez, psicóloga, facilitadora de grupos y formadora.
La obra estará expuesta en la zona de préstamos de la Biblioteca Municipal “Ana de Castro”, situada en el Centro Cultural “La Confianza”, para que pueda ser contemplada tanto por quienes la hicieron como por todos los ciudadanos, con el fin de informar de la asociación y concienciar sobre neurodiversidad, discapacidad e inclusión, puesto que Neurodiversos aún no tiene una sede propia para albergarla. Estará acompañada de la bibliografía de la que que la biblioteca municipal dispone sobre esta temática y de folletos de la asociación.
Neurodiversos C-LM agradece al Ayuntamiento de Valdepeñas que haga posible esta iniciativa, así como la colaboración de Sofía Cabrera y Begoña Sánchez.
El taller
El objetivo del Taller de Arteterapia fue generar espacios en los que la expresión libre, el juego y la experimentación estuvieran presentes. También se pretendía fomentar la inclusión y crear un espacio donde todos se sintieran parte de algo único y especial, generar un espacio de encuentro lúdico y placentero en el que poder compartir, expresar y
reflexionar, acercar el arte a lo cotidiano, como vía de expresión personal y como herramienta comunitaria, así como poner al servicio de la asociación y sus familias herramientas con bagaje lúdico y terapéutico en las que poderse apoyar a nivel personal y asociativo.
Para conseguir todo ello en el taller se creó una obra de arte utilizando sal coloreada con tizas. También hubo un espacio para compartir sensaciones e impresiones y para la música y el baile.
Las dos profesionales que impartieron la actividad han señalado que entienden que “la posibilidad que se abre en el trabajo siempre trasciende nuestra capacidad organizadora, en el sentido de que el resultado es siempre más grande en la vivencia que en el imaginario. El arte posibilita establecer un dialogo con el observador y, en este caso, con los participantes en la creación”.
Ambas presentaron con su propuesta un lienzo en blanco. “Un punto de partida que inicia y activa la acción creativa de los participantes, que conforman con su aportación, la obra. Cada parte es importante y necesaria para que el todo se conforme, y cada cual puede aportar desde su experiencia, capacidad, curiosidad, perseverancia y entusiasmo en la tarea que se propone. La premisa fundamental antes de empezar el trabajo fue que no era posible el error. Es más, el error en el arte (como en la vida) siempre es visto como una oportunidad. Como un punto de inflexión desde el que replantearnos nuestro trabajo”.
Otra premisa fue divertirse. “El juego como propuesta creativa, como exploración, como aprendizaje. Bien sabido es que aprendemos mejor cuando nos divertimos (la ciencia con risa entra). Y para que nuestra propuesta pueda ser
significativa para los que la llevan a cabo, planteamos el juego como actitud exploradora, sin temerle al error, sólo como laboratorio de pruebas. Así pues, facilitamos el material adaptando el uso del mismo a diferentes sensibilidades y curiosidades. Partiendo de un material accesible y una tarea sencilla, podemos explorar con el mismo diferentes posibilidades, gracias a esta sencillez. ¿Es lo mismo la sal fina que la gorda? ¿Qué proceso me gusta más? ¿Puedo rallar con mortero? ¿Puedo explorar nuevos colores a partir de los dados? ¿Cuántos grados de color puedo conseguir? Cada cual explora, elige, aporta… y todos,
todos, aportan desde lo que pueden y quieren ofrecer al conjunto. Primero desde el hacer entusiasta. Luego, desde el hacer experimentado. Por último, desde la aportación consciente, reflexionada. Tomándose un tiempo y respirando aquello que, en este momento, yo quiero dejar en este grupo”.
Cabrera y Sánchez indican que “las respuestas de los niños, son siempre más grandes de lo que uno espera o planea. Su alegría, entrega y sencillez son siempre ejemplo para los adultos. El amor, la alegría, el abrazo, el compromiso de ayuda, la colaboración, han sido, por decir algunas, las ofrendas que han compartido. Los adultos valoramos más el tiempo, ese que a veces nos falta para atendernos y poder estar disponibles. Ha sido muy bonito poder compartir este tiempo sin tiempo, sostenido y disfrutón, en el que desde un acto sencillo ha surgido una obra colectiva. 18 niños con sus adultos referentes, papás y mamás han sido los artífices de la creación. Gracias a todos ellos por su colaboración, dedicación y entrega a la propuesta, que, para nosotras, Sofía y Begoña, tiene una dimensión más amplia. Con esta propuesta artística queríamos subrayar la
importancia de lo sencillo. Tomar conciencia que, desde nuestras pequeñas acciones cotidianas, desde lo que hacemos y cómo lo hacemos, construimos entre todos una comunidad. Y que esa construcción colectiva, depende de nuestro aporte. Responsabilizarnos de nuestro quehacer
cotidiano, nos da la posibilidad de elegir el tipo de familia, asociación o comunidad que queremos construir y, por tanto, la sociedad en la que vivimos. Seamos conscientes y
responsables de lo que aportamos día a día, y de la importancia que tiene nuestra parte en el todo”.