Lillo Galiani expone en: «La Confianza»
El poeta Joaquin Brotons Peñasco junto a la escultura: «Hércules» (mármol blanco de Carrara), obra de su paisano el escultor José Lillo Galiano, que, hasta el 13 de marzo tiene abierta su exposición en Valdepeñas, en la sala grande del centro cultural: «La confianza», en el que se pueden ver casi un centenar de piezas en madera, bronce y piedra, en las que el maestro de la gubia y el cincel nos muestra sus últimos trabajos realizados, bajo el nombre de: «Rumores de Piedra, madera y bronce», que Brotons- el autor de esta reseña crítica- escribe en el programa de mano-catálogo de la exhibición: …»Tres materiales distintos y ancestrales, tres lenguajes que maneja con fluidez pasmosa. Sus conocimientos empíricos y sensibilidad consiguen expresión plena en sus pequeños bronces: Cervantes, Narciso…, rotundez en sus piedras mitológicas: Heracles, Atenea, Dafne… En madera de tilo y tallas con síntesis y simplificación premeditada, ha creado: CAPRICHOS; personajes cargados de una intencionalidad que va más allá de las propias figuras.
Estamos ante una muy interesante exposición de escultura. Bienvenida sea a mi ciudad-isla esta exhibición de «Pepelillo», que es como yo lo llamo y que tiene el don de ser: «El escultor del viento de La Mancha».
Lo dicho, no se pierdan esta magnífica muestra de arte de uno de los grandes escultores castellano-manchegos, que lleva toda una vida investigando y trabajando casi todo los materiales y que, en esta exposición nos asombra con sus trabajos, especialmente sus obras en piedra, entre otros materiales, que son extraordinarios, en mi opinión de buen conocedor de su labor escultórica que abarca 50 años desde su primera exposición en el Ayuntamiento de la «Ciudad del Vino» hasta esta última que, él dice será la que cierre su periplo expositivo, pero yo no lo creo, dado que, Lillo Galiani es un artista muy creativo y trabajador, y no creo que deje colgados los materiales y utensilios de esculpir, aunque no los muestre al público, que esa es otra historia distinta, diferente…, porque el escultor nunca deja de serlo mientras viva, aunque no exponga, como el poeta tampoco deja de serlo, aunque no publique…