Lo que esconde Valdepeñas… El Convento de Agustinas
Carlos Madrid del Castillo Profesor de Geografía e Historia en el Colegio San Agustín (ORISOS)
El Convento de las Madres Agustinas se funda por iniciativa de Madre Cándida de San Agustín en la segunda mitad del siglo XIX. Cándida Córdova Pozuelo es una valdepeñera, nacida en 1804, que siempre tuvo la idea de realizar la fundación de un Convento en su pueblo que se dedicará también a la formación de los niños y niñas de Valdepeñas.
La fundación se inicia en el año 1852 eligiendo como lugar para la fundación el antiguo convento de los Trinitarios Descalzos que a raíz de la desamortización de Mendizábal había quedado en manos del Gobierno. M. Cándida compra el edificio en ruinas y los terrenos del antiguo Convento en 1853 mediante limosnas y donaciones destinadas a la fundación.
Ese mismo año comenzaron las obras que se llevaron a cabo en medio de grandes apuros económicos y de multitud de problemas con el ayuntamiento, con las órdenes militares, con los herederos de madre Cándida (ya que ella fallece, en 1861, sin ver terminada su fundación) y problemas derivados de la situación socio-política de aquellos años. Por fin es en marzo de 1876 cuando se concede licencia a las monjas agustinas para establecerse en el convento de Valdepeñas, lo que hacen ese mismo mes.
Durante los inicios del siglo XX hay diversas iniciativas a favor de la beatificación de la Madre Cándida y finalmente en 1932 se abre la causa de beatificación de M. Cándida en Roma.
Durante la guerra civil la comunidad se vio obligada a abandonar el convento. En los tres años que duró la guerra el edificio estuvo destinado a cárcel. Al terminar la guerra vuelven las religiosas y encuentran el edificio en muy malas condiciones, por lo que deciden restaurar una parte del convento y vender otra parte para conseguir recursos económicos. Las religiosas acometen la restauración elemental de la parte del convento con que se quedaron, pero con grandes esfuerzos dada la falta de recursos económicos, y la dureza de la posguerra, por lo que se estuvo a punto de cerrar el Convento.
En mayo de 1964 llega al Convento Madre Clara Oliver Ferrer con la tarea de erigir un Colegio en el convento de agustinas de Valdepeñas. lo que parecía muy difícil dada la situación del edificio y la situación económica de la Comunidad. A pesar de las dificultades, el Colegio abrió sus puertas al comienzo del curso 1964-65.
A partir de ese día no ha cesado la labor de reconstrucción y mejora del edificio. Así, por ejemplo, la nueva capilla fue inaugurada en 1972. El resto del Convento se ha ido reformando y actualizando a lo largo de los años hasta el momento actual. Hoy el edificio consta de una parte donde se encuentra situado el Colegio de Infantil, Primaria y Secundaria y una parte de clausura donde viven las monjas.