Lo que esconde Valdepeñas… los enterramientos en Valdepeñas
Francisco Javier Sánchez-Verdejo Pérez. Profesor- tutor UNED. Asociación ORISOS.
Hasta ahora, dentro de la serie “Lo que esconde…” hemos tratado temas muy variados. Nos proponemos esta semana presentar uno que no por ser algo más tétrico deja de tener su importancia, máxime en el pasado, cuando nuestros antepasados otorgaban a la preparación hacia a la otra vida una importancia que parece haberse desvanecido hoy.
En efecto, es nuestra intención hoy abordar el tema de los enterramientos en general, y los cementerios en particular, en Valdepeñas. Así, el programa nos permitirá recorrer la evolución de la arquitectura y los elementos etnográficos –religiosamente hablando– de Valdepeñas, hasta desembocar en la actualidad, de corte eminentemente más civil, y en algunos casos, lamentablemente, desaparecidos, si bien aportaremos pruebas y legado de ese pasado no tan lejano.
Así, iniciaremos nuestro recorrido partiendo del hecho de que en un primer momento los enterramientos se comenzaron a llevar a cabo en el seno de las iglesias, en este caso en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, para movernos después a la Iglesia del Cristo, y los posteriores cementerios ubicados en el camino de Almagro, camino de Calzada, calar del periquito… hasta llegar a la ubicación actual.
De aquellos años no tan lejanos y que los más antiguos aún atestiguan oralmente se conservan los restos de una escombrera hoy rediseñada, y que hasta hace poco apuntaba una cruz que se alzaba para recordar sus orígenes y uso primigenio.
En suma, hablaremos de los cementerios, testigos mudos del paso del tiempo, de las plagas que asolaron Valdepeñas, de las masificaciones al inhumar, de las evoluciones legales que posibilitaron sacar las tumbas de los lugares sagrados, hasta llegar a la actualidad, no por ello cargado de curiosidades que intentaremos desvelar en este breve recorrido. Los cementerios, si bien ligados a la muerte, nos recuerdan la importancia de recordar nuestro pasado y poner en valor nuestro patrimonio. Su simbolismo trasciende el paso del tiempo, preservando en su silencio el haber contemplado el fin de todo ser humano, de todos nuestros vecinos de Valdepeñas.