Opinión: Desaparece Bodegas López-Tello

Opinión: Desaparece Bodegas López-Tello

Joaquin Brotons Peñasco

www.joaquinbrotons.com

Fachada de la centenaria bodega valdepeñera: «Rafael López Tello, S.L», popularmente conocida como la: «Bodega de los Moyas» o la: «Bodega del Colorao», que la llamaban antiguamente, sita en la c/. Estudiantes, 5, fundada en 1893 y que acaba de ser desmontada y derribada. Otra histórica y tradicional de tinajas de barro y los vinos de Valdepeñas, que pasa a formar parte del cementerio de bodegas de la: «Ciudad del Vino», que se inscribe en la memoria colectiva de los valdepeñeros, dado que fue una gran bodega, que abastecía casi a todos los bares, tabernas, mesones… de mi patria chica.

MARCAS.

Además del mercado nacional, especialmente Madrid y cercanías, y otras zonas de España, donde sus marcas más conocidas: «Gran Mohíno», «Dos cubas» y «Señorío de López-Tello», entre otras, fueron premiadas en diferentes concursos en los últimos años: «Mención a la calidad» a su rosado (Consejo Regulador de la DO: Valdepeñas, en 1997); «Medalla de Oro»: «López-Tello» (Crianza), Radio Turismo (Madrid, 1994; en 1998: «Medalla de Oro» también a su tinto cencibel- Radio Turismo. Madrid- y «Medalla de Oro» del Consejo Regulador de la DO: Valdepeñas a su marca: «López Tello» (Crianza, 1994), entre otras.

HOSTELERÍA VALDEPEÑERA.

Uno de sus lemas publicitarios era: «El vino más demandado por la hostelería de Valdepeñas». Y doy fe de que así fue hasta no hace muchos años, cuando cerró sus puertas. De entre todos sus clientes creo que merece destacar la antigua taberna de: «Casa el Cojo», que la abasteció siempre con sus caldos a granel, que le llevaban envasado en garrafas de cristal y que él, Alfonso García- «El Cojo»-, «enfrascaba» en sus famosas frascas de impoluto cristal transparente, que había que fregar todas las noches, ya que, sino se hacía bien, el cristal quedaba manchado por el color rojo intenso del caldo, aquel «aloque» o tinto-clarete, hoy casi desaparecido.

TIEMPO DESPUÉS.

Algún tiempo después el citado tabernero se decidió a servir en las mesas también vino embotellado, pero solo tenía dos marcas: «Pedrín»- de Bodegas Tarancón- y «Brotons», de la bodega de mi padre y mis tíos, cuya denominación era desde 1944: «Bodegas de Matías Brotons, Hermanos y Cía», hasta el año 1967, que cambió la razón social a: «Matías Brotons, S.A», pero perteneciendo siempre el total del accionariado a la familia del autor de este artículo, que escribo con la sangre roja de mi corazón y la nostalgia de ser: nieto, hijo, sobrino y primo de bodegueros, que sabe el dolor que ocasiona tener que cerrar una bodega familiar, histórica, emblemática, que han regentado varias generaciones con el mismo apellido y que se han dejado la piel…

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