Opinión: Recordando Bodegas Brotons

Opinión: Recordando Bodegas Brotons

Postal publicitaria de las bodegas de mi padre y mis tíos denominadas: «Bodegas de Matías Brotons y Hermanos», en Valdepeñas, que fueron fundadas en 1920 por mi abuelo Joaquín Brotons Fenoll, bodega en la q trabajamos 4 generaciones hasta su cierre en 1992. Dicha publicidad se editó en los años 80 del pasado siglo, coincidiendo con que se cumplieron los 50 años de tener como cliente fijo a la mítica y varias veces centenaria taberna madrileña de: «Antonio Sánchez»-la más antigua de Madrid- y en la que con el vino que elaboraba mi padre, Francisco Brotons Gonzálvez tenían tertulia semanal personalidades de la talla de: Pío Baroja, Gregorio Marañón, Julio Camba, José María de Cossío, Ignacio Zuloaga, Joaquín Sorolla, Daniel Vázquez Díaz, Juan Cristóbal, Juan Belmonte, entre otros, pero especialmente el abogado, juez, cronista oficial de Madrid, colaborador del: «ABC», escritor y autor del libro: » Historia de una Taberna» (Espasa-Calpe, Madrid, 1947), en la que elogia los vinos que hacía mi papá, dado que el libro lo redactó inspirándose en dicha tasca ilustrada y en el vino de: Brotons.
HOMENAJE.
Sirva este breve texto de recuerdo y homenaje a todos mis antecesores familiares y a los trabajadores que tanto lucharon todos/as por mantener las bodegas: «Santa Pola»- fundada en 1920 por mi abuelo antes citado y en las que mi padre elaboraba el vino tinto- y las: «Bodegas Santa Isabel»,-fundadas en 1898- adquiridas por mi padre y mis tíos en 1951 a Pantoja; bodegas que estaban situadas en un zona llamada: «El calar del Periquito», en la calle: Cristo o Francisco Morales nº 48, en la que se elaboraba el blanco y se embotellaban ambos, dado que, es donde estaba el tren de embotellado y donde se cargaban los camiones para los distintos destinos: Madrid, Valencia, Murcia, Andalucía…
Nota: El dibujo original del frontispicio de las bodegas que ilustra la postal, fue su autor mi íntimo amigo y paisano el pintor y diseñador Javier Campos Lérida, que se lo dedicó a mi querido primo Antonio Brotons Sánchez, que era enólogo y el gerente de las bodegas durante años, tras serlo anteriormente mi abuelo, mi padre y mi tío Matías. Posteriormente, en 1990 fue el último gerente de las bodegas mi primo Matías Brotons Sánchez, que las cerró en 1992, todos ellos ya fallecidos y que Dios los tenga en su gloria.

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