Miguel Ángel Valverde, un convencido municipalista que anuncia un nuevo tiempo de trabajo y transformación desde la presidencia de la Diputación en beneficio de todos los vecinos de la provincia
Por primera vez en la historia de la institución provincial las mujeres superan a los hombres en el Equipo de Gobierno y en la Corporación Provincial. La lucha contra la despoblación, el ciclo integral del agua, en especial en lo que concierne a la mejora de las redes de agua potable de los pueblos, la consolidación de los servicios públicos, el apoyo a los pueblos, al tercer sector, a las tradiciones, a la caza y a la tauromaquia, a la promoción de la provincia y a las políticas de desarrollo territorial, son algunos de los ejes de gestión que ha avanzado el nuevo presidente de la Diputación.
Miguel Ángel Valverde es desde este mediodía el nuevo presidente de la Diputación de Ciudad Real, una institución que en el mandato 2023-2027, tras la constitución de la nueva Corporación provincial, cuenta con más mujeres que hombres tanto en el Equipo de Gobierno como en el Pleno por primera vez en su historia. Un convencido municipalista -así se ha definido Valverde durante su discurso de investidura- que asume responsabilidades de Gobierno con una hoja de ruta clara, con ideas y proyectos que responden a necesidades a las que hay que dar respuesta en beneficio de todos los vecinos de la provincia y para lograr un mayor desarrollo territorial.
Ha defendido a ultranza el papel de las Diputaciones, así como la labor que realizan y ha aplaudido el hecho de que hayan “acabado las turbulencias” que se apuntaron en otros tiempos en el marco del contexto político nacional en torno “a su escasa utilidad”. “Afortunadamente creo que aquí nadie duda de su importantísimo valor, de su gran misión en la vertebración del territorio y de su capacidad para llegar a todos los lugares, en su capilaridad y en su enorme contribución a la preservación de muchos servicios públicos municipales”, ha dicho antes remarcar su papel esencial con dos fines fundamentales: “garantizar la prestación integral de los servicios mínimos obligatorios municipales en el territorio provincial y los principios de solidaridad y equilibrio intermunicipales”.
Valverde, que ha tendido la mano a la oposición, y a todas las administraciones y entidades en aras del interés general de los ciudadanos de la provincia, ha dicho que accede al Gobierno de la Diputación “con el deseo y la intención de mejorar los que nos encontramos y de cambiar políticas que puedan superar los déficit que tiene nuestra provincia y que nos ayuden a colaborar mejor con otras administraciones o entidades que deben escucharnos y atendernos como nosotros vamos a ser colaboradores necesarios y legales”.
El nuevo tiempo que ha anunciado Valverde para la Diputación en su deber fundamental de apoyo a los pueblos de la provincia y a sus vecinos y vecinas se resume en dos objetivos programáticos fundamentales, atendiendo a los anuncios que ha hecho durante su discurso de investidura, “ayudar a nuestros pueblos y ciudades, a consolidar y mejorar la prestación de servicios públicos a sus ciudadanos” e “intensificar la lucha contra la despoblación”. “El reto demográfico será una prioridad en la que tendremos que poner todo nuestro empeño”, ha asegurado.
El presidente de la Diputación ha comprometido ayuda a los pueblos. En este sentido, ha conferido especial importancia a refuerzo del servicio de asesoramiento a Corporaciones Locales. Y también ha hecho referencia a optimizar el rendimiento de entes que prestan servicios a los municipios, como es el caso de los consorcios de RSU, SCIS o Emaser, así como el área de gestión desde la que se organiza la actuación de la maquinaria para el arreglo de caminos rurales.
Quiere avanzar Valverde, igualmente, en materia de sostenibilidad haciendo un esfuerzo adicional en esta legislatura en lo que concierne a las inversiones en el ciclo integral del agua, principalmente en lo referente al abastecimiento del agua potable. Le preocupa las pérdidas en las redes de abastecimiento y la enorme dificultad que tienen los ayuntamientos para disponer de las inversiones que son necesarias para dar solución a este y otros problemas. “Esta colaboración que debería haber llegado desde los fondos europeos en cantidades suficientes, justificado en la búsqueda de la eficiencia y la sostenibilidad, no puede dejar de ser una prioridad” en este mandato.
En cuanto al reto demográfico, que ha ocupado una parte importante de su intervención, ha afirmado que la crisis demográfica no es solo una cuestión de natalidad y que requiere una intervención con perspectiva territorial. Ha señalado que las acciones y políticas llevadas a efecto durante las últimas décadas han resultado fallidas, por lo que el deber que tiene la Diputación es “replantear las acciones para revertir este dudoso honor de ser una de las provincias que más población ha perdido y que más está previsto que lo haga en el futuro”.
A este respecto, el presidente de la Diputación ha dicho que plantearán estrategias compartidas y enfoques integrados. “Se trata de abordar la cuestión demográfica y de desarrollo sostenible, desde una clara perspectiva comarcal, intentando integrar las actuaciones con planteamientos territoriales”.
Del mismo modo, se promocionará nuestra provincia con apoyos explícitos a entidades y organizaciones que trabajan por la generación de actividad económica, se apostará por la formación orienta da al empleo, desde la organización de eventos propios o delegados que contribuyan a relanzar e impulsar los sectores económicos y se fortalecerán las redes de comunicación propias para hacer aún más transversal el papel de las Diputaciones.
“Y por supuesto, con el apoyo permanente a la organización de eventos culturales, deportivos o de ocio que ayuden a promocionar nuestra provincia y en lo que se hace en ella”, ha añadido Valverde para mostrar seguidamente su apoyo expreso a nuestras tradiciones y celebraciones, “para las que buscaremos signos de reconocimiento paralelos, como podrían ser las fiestas de interés provincial o las actividades que generan desarrollo económico en territorios desfavorecidos y que ayudan a cuidar de nuestro medio ambiente, como es la caza o con el apoyo a la defensa del patrimonio cultural de todos como ocurre con la tauromaquia”.
En relación al apoyo a entidades y al tercer sector el nuevo presidente de la Diputación de Ciudad Real ha sido taxativo al afirmar que “nadie se confunda y que nadie confunda, la Diputación provincial de Ciudad Real seguirá estando detrás del apoyo a todo tipo de instituciones, entidades y organismos que con sus acciones tratan de mejorar la vida de la gente y defender el interés general de todos”. Y ha recordado que “vivimos en una democracia plena, consolidada, en donde todos los pasos dados hacia adelante no van a hacer sino consolidarse y servir de cimientos para dar los siguientes, porque los hemos dado entre todos”. Ha lamentado que, como consecuencia del período de campaña que se abre ante las próximas elecciones generales se haya “vuelto a agitar el fantasma del miedo respecto a los pasos atrás en cuanto a la ayuda a los diferentes sectores y colectivos o en cuanto a la reivindicación de derechos y libertades por el cambio de gobierno que ahora se produce”.
En otro momento del discurso ha precisado que los gobiernos en Democracia “van y vienen, entran y salen, aunque algunos hayan estado, como es el caso de esta Diputación, de manera continuada los últimos 24 años, pero la verdadera estructura y motor de esta casa son sus trabajadores, que con su desempeño sacan adelante el funcionamiento ordinario y extraordinario de la institución”. “Vamos a escucharlos más, vamos a caminar juntos en el empeño de que desde aquí seremos capaces de hacer más por los ciudadanos a los que servimos, por las instituciones y entidades con las que colaboramos”, ha señalado Valverde, quien ha tenido la deferencia de invitar a los jefes de servicio de los distintos departamentos de la institución provincial “por primera vez en la historia en una toma de posesión”.
Discurso de investidura del nuevo presidente de la Diputación de Ciudad Real
Excelentísimos Sres. Presidentes de la Diputación de Ciudad Real, Autoridades civiles, cargos institucionales, autoridades militares, judiciales y religiosas, personalidades y representantes del ámbito empresarial y social.
Sr. Presidente del grupo parlamentario Popular en las Cortes de CLM y presidente regional del PP. Amigo Paco. Te agradezco mucho que hayas querido estar hoy con nosotros en esta toma de posesión de la nueva Corporación Provincial. Te he acompañado en más de un centenar de ocasiones en tu recorrido por esta provincia y soy consciente de tu profundo cariño por ella, de tu conocimiento, de sus demandas, de sus potencialidades y de cómo te has preocupado por las primeras y has promocionado y apoyado las segundas. Gracias por acompañarme tú aquí hoy.
Quiero también dirigirme especialmente a los alcaldes y alcaldesas de nuestra provincia en el inicio de una nueva etapa de esta administración tan importante para las instituciones que ellos dirigen y, lo que es más relevante, para los ciudadanos a los que representan.
Y, por supuesto, gracias a familiares y amigos de toda la Corporación que hoy nos están acompañando. Especialmente quiero agradecerlo a la mía, a mi esposa y mis hijas, que están también aquí, conmigo, como lo han hecho siempre, aceptando los muchos momentos y tiempos que no les he dedicado por la exigencia de esta apasionante actividad de entrega a los demás que es la política. Sí, esta actividad es muy exigente en el plano personal y familiar, y también en el profesional, y los que la ejercemos debemos reivindicarla siempre y por eso lo hago en un momento como el de hoy y agradezco desde aquí a todos los que la ejercen el enorme esfuerzo de hacerlo.
Amigas y amigos todos.
Hoy estoy aquí dirigiendo unas palabras como presidente gracias a que mi partido y mis compañeros han querido que yo fuera propuesto para ocupar esta enorme responsabilidad, pero también gracias a que el partido político VOX ha considerado apoyarme para este cometido cambiando con ello un gobierno monocolor del PSOE de los últimos 24 años. Previamente, todos los diputados que representan a nuestro partido han sido apoyados por otros compañeros que estoy seguro de que también habrían sido unos excelentes representantes aquí. Gracias a todos por esta confianza. Y todo ello es a su vez consecuencia, y no lo podemos obviar, de que los electores de la provincia de Ciudad Real también han querido que se conforme esta mayoría.
Y como hoy en este edificio están muchos bolañegos que me acompañan, quiero decir que también estoy aquí gracias a mi pueblo, Bolaños. Su apoyo durante años ha sido crucial para que esté hoy aquí como presidente de esta institución. Nunca estaré lo suficientemente agradecido a mi pueblo por todo lo que me ha dado, nunca estaré lo suficientemente agradecido a todos los compañeros que me han apoyado siempre.
A estas alturas a nadie puede sorprender si digo que soy un convencido municipalista. Comencé mi actividad política en 1995, como concejal del ayuntamiento de Bolaños, del que soy alcalde desde el año 2011. He tenido diferentes responsabilidades en estos años, casi siempre ligadas a la actividad municipal: diputado provincial, presidente de la mancomunidad del Campo de Calatrava, del Grupo de Acción Local de esta comarca, del Consorcio de agua de la Vega del Jabalón, etc., y siempre he considerado que la Diputación Provincial de Ciudad Real jugaba un papel determinante en la vertebración de nuestro territorio, en su desarrollo y en su imprescindible apoyo a nuestros ayuntamientos y a otras entidades locales.
He tenido también ocasión de ser senador representando a nuestra provincia y también tuve la fortuna de que mi partido y grupo parlamentario me propusiera como portavoz, precisamente de la comisión de entidades locales, entre otras responsabilidades desde donde defendí en varias ocasiones el papel de las diputaciones en representación de mi partido.
Por todo ello mentiría si dijera que no es un auténtico honor el poder presidir esta institución, pero créanme si les digo que lo que verdaderamente me ilusiona es la capacidad que desde ella vamos a tener para ayudar a hacerle la vida mejor a las personas de esta provincia.
Parecen haber acabado las turbulencias de otro tiempo no muy lejano en la que algunos partidos políticos, algunos dirigentes nacionales, pretendían acabar con las diputaciones provinciales argumentando como justificación su escasa utilidad y el coste para nuestro Estado; y proponían su eliminación. ¡Qué desconocimiento!.
No estoy en absoluto de acuerdo con este concepto de la organización de nuestro Estado privado de las diputaciones provinciales y también, siendo honestos, creo que ninguno de los que nos vamos a sentar en este salón de plenos lo esté.
Afortunadamente, aquí creo que nadie duda del importantísimo valor de las diputaciones, de su gran misión en la vertebración de nuestro territorio, de su gran aportación a la igualdad de los mismos, en su versatilidad y capacidad para llegar a todos los lugares, en su capilaridad y en su enorme contribución a la preservación de muchos servicios públicos municipales. Que les pregunten a los alcaldes y alcaldesas de nuestra provincia, y principalmente a los de los municipios más pequeños, si son importantes las diputaciones para el funcionamiento de muchos de los servicios de sus pueblos, para la implementación con los recursos locales y los provenientes de otras administraciones.
La constitución configura nuestro modelo territorial del Estado sobre la base de la existencia de tres niveles territoriales de gobierno: estatal, autonómico y local, articulándose este último sobre el reconocimiento del municipio como la entidad básica de la organización territorial del Estado.
La Constitución Española de 1978 –paradigma del consenso en nuestra historia política- a la vez que instauró un nuevo modelo de distribución territorial –político y administrativo- con el reconocimiento ex novo de las CCCA, también vino a reconocer con el mismo rango constitucional de aquellas, a las Provincias, cuyo gobierno y administración quedaba residenciado en las Diputaciones provinciales u otras Corporaciones de carácter representativo.
De este modo, el Estado quedaba organizado territorialmente, desde la propia Constitución, en municipios, en provincias y en las Comunidades Autónomas que se constituyeran, reconociendo a todas esas entidades de autonomía para la gestión de sus respectivos intereses, dentro del marco de la unidad de la Nación española.
De acuerdo con el valor que la Constitución asignó a las Provincias en la vertebración político-territorial del Estado -de la que las Diputaciones no son sino el aparato político-administrativo de aquellas-, se deducen las garantías que desde la propia Norma Fundamental se establecen en su defensa y protección, como parte que son del Estado.
Pero no estamos aquí para poner en duda la existencia de las diputaciones.
El papel de las Diputaciones Provinciales.
El municipio se convierte en la pieza clave a la que se le atribuyen todas las competencias de prestación de servicios de proximidad a los ciudadanos que tienen una notable incidencia en su calidad de vida.
Sobre la base de esta concepción, se configura el papel de las Diputaciones provinciales.
La estructura de la planta municipal española aporta datos muy clarificadores, a saber:
Nº Total de municipios: 8125
Nº de municipios de menos de 5.000 habitantes: 6.825 = 84%
Nº de municipios de 5.001 a 20.000 habitantes: 900 = 11,08%
Nº de municipios de más de 20.000 habitantes: 400 = 4,92%
Ante esta fotografía real del tipo de municipios existentes, la respuesta que ha dado nuestro modelo territorial del Estado ha sido la existencia de las Diputaciones provinciales para el apoyo a esta estructura del mapa municipal. Así pues, tienen un papel esencial con dos fines fundamentales:
-Garantizar la prestación integral de los servicios mínimos obligatorios municipales en todo el territorio de la provincia.
-Garantizar los principios de solidaridad y equilibrio intermunicipales.
Desde el comienzo de la democracia estas instituciones han sido protagonistas principales de la mejora de nuestros pueblos y ciudades, colaborando de manera irremplazable con ellos para prestar más y mejores servicios y, en muchos casos, los que son competencia de estos y no pueden prestar.
Su objetivo ha sido y es la aportación de más bienestar a los ciudadanos para, de esta forma, contribuir de manera eficiente a garantizar la igualdad de oportunidades entre todos los ciudadanos, independientemente de que su residencia sea en una ciudad o en un pueblo.
Su labor es si cabe más importante en el auxilio de los municipios pequeños y medianos, casi el 85%, de los de España, para prestar servicios básicos y de primera necesidad y que estos, por si solos, no podrían ofrecer.
Su complementariedad con los ayuntamientos, compartiendo los mismos intereses, ha permitido además abaratar costes en la prestación de estos servicios, generando economías de escala y por ello el consiguiente efecto multiplicador de los recursos, contribuyendo así a ser más eficientes con los recursos públicos y defender así mejor el interés general.
Su papel ha sido esencial sobre todo para los municipios pequeños, hasta el punto de que su desaparición abocaría precisamente a la desaparición de estos pueblos.
Es pues crucial el papel que las Diputaciones tienen en el mantenimiento de población en el medio rural, problema en el que todos debemos implicarnos y en el que nos hemos comprometido a alcanzar acuerdos para evitarla. Y en ese objetivo, que ya es una política de Estado, las Diputaciones juegan, y deben jugar aún más, un papel fundamental.
Si no existieran las Diputaciones, habría que crearlas.
Son instituciones, cuyos representantes, elegidos democráticamente, conocen perfectamente la realidad de sus territorios, comarcas y pueblos.
El futuro puede ser apasionante para estas instituciones y son las que pueden ayudar, de una manera mucho más eficiente y cercana, a la coordinación de las estrategias de desarrollo local participativo en el medio Rural que contribuyan mejor a ese objetivo de la lucha contra la despoblación.
Las Diputaciones son instituciones centenarias, que gobiernan ámbitos territoriales también centenarios. Y si han llegado hasta aquí, será por algo, porque habrán funcionado. Apoyémoslas, transformémoslas en instituciones mejores, que respondan más adecuadamente a los nuevos tiempos y a los fines para las que fueron concebidas y para otros nuevos para los que vayan siendo útiles instrumentos, siempre pensando en el interés general.
NUEVA LEGISLATURA
Comienza una nueva legislatura y nuestro propósito se resume en dos objetivos programáticos fundamentales: ayudar a nuestros pueblos y ciudades a consolidar y mejorar la prestación de servicios públicos a sus ciudadanos y, en segundo lugar, a intensificar la lucha contra la despoblación. El reto demográfico será una prioridad en la que tendremos que poner todo nuestro empeño.
VAMOS A AYUDAR A NUESTROS PUEBLOS
Para ello vamos a redefinir las áreas de gobierno de esta institución, con el objetivo de determinar mejor su estructura, para ser más eficientes. Llevamos años viendo como varios de los servicios que presta nuestra Diputación se han ido debilitando con la paulatina pérdida de recursos humanos que han puesto en riesgo la prestación de algunos de los servicios que la Diputación ofrecía a sus municipios o que, en el mejor de los caos, nos han podido hacer perder oportunidades de crecimiento por ello.
Por ejemplo, nos parece fundamental el refuerzo del servicio de asesoramiento a corporaciones locales, servicio especialmente importante para los municipios más pequeños y, aparte de los servicios que ya se ofrecen, deberíamos reforzar ese asesoramiento en colaboración con otros servicios de la institución, como podrían ser:
- Defensa en procedimientos del orden social y civil de los municipios.
- Asistencia específica en materia de contratación.
- Incremento en el asesoramiento económico financiero. Seguramente para esto sería necesario crear nuevos puestos de técnicos financieros.
- Colaboración con el resto de servicios, los cuales deberían ser orientados a la asistencia a municipios, en especial con el servicio de arquitectura y obras civiles.
- Integración en una comisión multidisciplinar que realice las funciones de la extinta comisión provincial de saneamiento.
- Realización de actividades formativas destinadas a los municipios, en colaboración con el servicio de formación.
- Supervisión de la defensa en juicio de la propia Diputación y asunción en determinados casos si fuera necesario.
- Facilitar bases de datos, programas, aplicaciones, diseños web, etc.
Y por supuesto, debemos siempre optimizar el rendimiento de organismos que prestan servicios a nuestros municipios, como es el caso de los consorcios de RSU, SCIS o Emaser o el de servicios como el de maquinaria para arreglo de caminos rurales, tan importante para tantos pueblos de nuestra provincia.
Y como no, queremos seguir reforzando los programas de ayuda directa a nuestros pueblos a través de los correspondientes planes de inversión, gasto y de empleo, etc.
Y quiero avanzar que en esta legislatura debemos hacer un esfuerzo adicional para ayudar a nuestros pueblos en las inversiones en el ciclo integral del agua, principalmente en el del agua potable. No es de recibo que se tengan porcentajes de eficiencia en las redes en muchos municipios que ponen de manifiesto pérdidas de un recurso imprescindible y tan escaso, pero también hay que reconocer la enorme dificultad de todos los pueblos para abordar las inversiones que son necesarias. Esta colaboración, que debería haber llegado desde los fondos europeos en cantidades suficientes, justificado en la búsqueda de la eficiencia y la sostenibilidad, no puede dejar de ser una prioridad de la legislatura
EN CUANTO AL RETO DEMOGRÁFICO
En general, podemos considerar la provincia de Ciudad Real como un territorio de débil poblamiento y eminentemente rural. Con tan sólo 24,99 hab./km2 en 2020, se encuentra por debajo de todos los promedios de densidad poblacional de las Comunidades Autónomas españolas.
Desde el punto de vista de la despoblación, la provincia ha crecido ligeramente en población en los últimos veinte años (un 0,19% entre 2000-2020), favorecida por el impulso de los municipios de tipo intermedio y urbano que se vieron beneficiados por la llegada de población emigrante en los primeros años del siglo XXI.
A pesar de ello no debemos ocultar que la evolución demográfica más reciente se caracteriza por la importante pérdida de población. El 92,1% de los municipios de la provincia pierden población entre 2015 y 2022, explicado por el comportamiento negativo del saldo migratorio total y el empeoramiento de las cifras del crecimiento natural. Solo 8 localidades, casi todas cercanas a la capital, experimentan valores positivos. En contraste, los más importantes decrecimientos se sitúan en las zonas rurales con menor densidad de población. En general, la situación es especialmente preocupante en las comarcas meridionales, concretamente en el Campo de Montiel, Valle de Alcudia y comarca de Almadén y occidentales (Montes Norte) junto a los municipios del sur de la comarca del Campo de Calatrava, en un escenario de pérdida de población generalizada, debido al nulo crecimiento natural junto a unos saldos migratorios claramente negativos.
Estas áreas ofrecen muy pocas posibilidades para el reemplazo generacional, abocándolas al despoblamiento a medio plazo. Esa ausencia de regeneración demográfica se basa, en el comportamiento negativo del saldo migratorio, que afecta principalmente a la población joven y, en consecuencia, a la reducción de la fecundidad y al incremento de las personas envejecidas. La posibilidad de dinamización socioeconómica y demográfica de estos territorios también se ve comprometida por las elevadas tasas de paro, por la escasa presencia de personas con estudios universitarios, por el menor valor económico de sus actividades productivas y por el menor nivel de ingresos per cápita.
Las áreas que constantemente están perdiendo residentes necesitan del diseño de estrategias integrales de desarrollo territorial que permitan la fijación de la población.
En estos momentos, la crisis demográfica queda claro que no es sólo una cuestión de natalidad. Afecta al mercado laboral, a la conciliación, a la movilidad, a las TIC, a la planificación de la inmigración, a la inclusión social, y a los servicios públicos sociales, sanitarios, educativos y formativos…y al ocio. Y tiene una dimensión territorial: afecta a la sostenibilidad, a la calidad de vida y al equilibrio entre territorios, e identifica la exclusión territorial como un factor de vulnerabilidad y por tanto de exclusión social. Por lo que se requiere de una intervención con perspectiva territorial.
Nadie pues duda que esta es una de las principales preocupaciones de nuestra provincia. Las acciones y políticas llevadas a efecto durante las últimas décadas para evitarla han resultado fallidas. No han funcionado.
Hemos fracasado en el cometido de evitarla y es nuestro deber replantear las acciones para revertir este dudoso honor de ser una de las provincias que más población ha perdido y que más está previsto que lo haga en el futuro. Algo no se está haciendo bien, aun siendo reconocedores de la dificultad del empeño.
Si la dotación de equipamientos y servicios por sí misma no es un claro factor de atracción de personas y actividades, su ausencia es una causa cierta de la emigración rural.
Esto refuerza el papel tradicional e imprescindible de la Diputación como garante para que los servicios básicos lleguen a todos los municipios de la provincia. En este sentido también se pueden utilizar estructuras territoriales ya creadas como son los Grupos de Acción Local como instrumentos para la transformación de sus comarcas, que ayuden a revertir una tendencia tan negativa.
Desde esta concepción, plantearemos estrategias compartidas y enfoques integrados. Se trata de abordar la cuestión demográfica y de desarrollo sostenible, desde una clara perspectiva comarcal, intentando integrar las actuaciones con planteamientos territoriales.
Concretar qué acciones directas podemos hacer desde la institución para combatir la despoblación y también qué papel debe asumir la Diputación como entidad coordinadora, intermedia, para la implementación de las distintas políticas que se pongan en marcha en nuestro territorio y para ser el vehículo reivindicativo de necesidades generales, comarcales o sectoriales que tenga nuestra provincia, debe ser un eje programático de esta legislatura. No seríamos leales con nuestros compromisos si no asumiéramos, con responsabilidad eso sí, las demandas justas de sectores estratégicos, de comarcas naturales o geográficas o de intereses generales de la provincia que contribuirían al desarrollo económico y social de una parte o del todo de ella.
Vamos a entender las diferentes políticas favorecedoras del desarrollo territorial, sea cual sea el ámbito, desde la suma de sus factores, con una perspectiva integradora, con una visión estratégica global, pero sin invadir los planteamientos estratégicos formulados por cada uno de sus territorios. No vamos a atropellar estos planteamientos como a veces ha ocurrido, voluntaria o involuntariamente, durante los últimos años. La provincia será la suma de los esfuerzos de sus comarcas, de sus municipios y no la voluntad impuesta desde esta institución.
PROMOCIÓN DE NUESTRA PROVINCIA
Para todo ello es fundamental seguir apostando e intensificando la ayuda a la promoción de nuestra provincia en todos los ámbitos. Desde el apoyo explícito a entidades y organizaciones que trabajan por la generación de actividad económica en nuestro territorio, la apuesta por la formación orientada al empleo, desde la organización de eventos propios o delegados que contribuyan a relanzar e impulsar todos los sectores económicos, hasta fortalecer las redes de comunicación propias para hacer aún más transversal el papel de la Diputación y, por supuesto, con el apoyo permanente a la organización de eventos culturales, deportivos o de ocio que ayuden a promocionar nuestra provincia y lo que en ella se hace.
Pero también con el apoyo a nuestras tradiciones, a nuestras celebraciones, para las que buscaremos signos de reconocimiento paralelos, como podrían ser las fiestas de interés provincial, o a las actividades que generan desarrollo económico en territorios desfavorecidos y que ayudan a cuidar de nuestro medio ambiente, como es la caza, o con el apoyo a la defensa de un patrimonio cultural de todos como es el de la tauromaquia.
APOYO A ENTIDADES Y AL TERCER SECTOR
Se han deslizado, será por la proximidad de un proceso electoral tan importante como las elecciones generales, informaciones o relatos interesados que han vuelto a agitar el fantasma del miedo respecto a los pasos atrás en cuanto a la ayuda a los diferentes sectores y colectivos o en cuanto a la reivindicación de derechos y libertades por el cambio de gobierno que se produce ahora. Vivimos en una democracia plena, consolidada, en donde todos los pasos dados hacia delante no van a hacer sino consolidarse y servir de cimiento para dar los siguientes, porque los hemos dado entre todos. Que nadie se confunda y que nadie confunda. La Diputación Provincial de Ciudad Real seguirá estando detrás del apoyo a todo tipo de instituciones, entidades y organismos que con sus acciones tratan de mejorar la vida de la gente y defender el interés general de todos.
ORGANIZACIÓN INTERNA
Los gobiernos en Democracia van y vienen, entran y salen, aunque algunos hayan estado, como es el caso de esta diputación, de manera continuada los últimos 24 años, pero la verdadera estructura y motor de esta casa son sus trabajadores, que con su desempeño sacan adelante el funcionamiento ordinario y extraordinario de la institución. Vamos a escucharlos más, vamos a caminar juntos en el empeño del que desde aquí seremos capaces de hacer más por los ciudadanos a los que servimos, por las instituciones y entidades con las que colaboramos.
Por eso hoy hemos querido que los jefes de servicio de los distintos departamentos de esta Diputación estén invitados a participar en este acto por primera vez en la historia en una toma de posesión. En este caso nosotros, los políticos, somos contingentes, ellos, son necesarios, como decía aquel en la famosa secuencia de “Amanece que no es poco”.
Espero contar, y no me cabe duda de ello, con la complicidad de todos los trabajadores de la casa en este empeño de ayudar a mejorar nuestra provincia y la vida de sus habitantes.
UN NUEVO TIEMPO
A partir de hoy se abre un nuevo tiempo en la provincia de Ciudad Real. Después de 24 años de un gobierno monocolor se abre paso otro como resultado de la voluntad de los ciudadanos y del acuerdo de dos formaciones políticas. Y lo hacemos con el deseo y la intención de mejorar lo que nos encontramos, de cambiar políticas que puedan superar los déficits que tienen nuestra provincia, que nos ayuden colaborar mejor con otras administraciones, que nos conviertan en una entidad reivindicadora y puente entre los ayuntamientos y territorios a los que representamos con otras administraciones o entidades que deben escucharnos y atendernos como nosotros vamos a ser colaboradores necesarios y leales con todas ellas cuando se nos pida en interés general de los ciudadanos a los que nos debemos.
Y para ello tendemos la mano desde el gobierno a todas ellas, pero también a la oposición, esperando de ella un comportamiento tan responsable y leal como el que nosotros también hemos tenido cuando hemos ocupado ese lugar.
Necesitamos el esfuerzo de todos para cambiar las cosas, para seguir transformándolas, para que seamos capaces de hacer una provincia mejor y poder ofrecer un mejor futuro a las siguientes generaciones.
Cuento así con todos para ese empeño y estoy seguro de que lo vamos a conseguir.
Tanto este Presidente como el equipo de gobierno que vamos a formar, y espero que toda la Corporación Provincial, pondremos todo nuestro interés y capacidad en ello. Confío en los valores humanos y potencialidades de todos ellos, de las 7 mujeres y 6 hombres del equipo de gobierno y de todos los diputados y diputadas que forman el conjunto de la Corporación. Que, por cierto, por primera vez en la historia, tendrá más mujeres que hombres.
Buenos días y muchas gracias a todos por vuestra atención.